07 septiembre 2010

Entrevista a Juan Carlos Moreno

Aqui os mostramos una entrevista que ha sido publicada en el día de hoy por el diario, El Heraldo de Soria, del ex-albinegro Juan Carlos Moreno.

Moreno: "Pienso que mi carrera merecía otro final"
El cuadragésimo tercer clasificado en la Carrera Popular Soria-Valonsadero fue Juan Carlos Moreno. La gente le veía y le preguntaba “¿pero es que ya te han sancionado?, ¿pero es que el entrenador no te convoca?”. No sucede nada de ello. Moreno (Tarrasa, Barcelona, 19-4-1975) se ha retirado de los campos de fútbol.

El FC Cartagena ha sido su último equipo, de enero a junio de este año, pero lo más grueso de su carrera (2003-2010) lo ha vivido en el CD Numancia. Antes de ello, y después de forjarse en la cantera del FC Barcelona, vivió un periplo de cinco clubes en seis años: Albacete, Lleida, Recreativo, de nuevo Lleida, Extremadura y Terrassa.
Cuando se marchó en enero a Cartagena, ¿pensó que podía ser su última aventura futbolística?
En principio, no. Fui allí porque necesitaba minutos y quería saber cómo me encontraba. Necesitaba una nueva andadura porque después de siete años en Soria, sabía que no iba a acabar todo bien, así que decidí marcharme. Prefería que la gente se quedase con el sabor de boca de Juan Carlos Moreno jugando, del que han visto siempre. No quería que lo que se había vivido en siete años se perdiera en el último por el hecho de no jugar.

¿Se encontró bien los partidos que jugó en Cartagena?
Empecé muy fuerte, muy bien, imagino que también ayudado por la ilusión y las ganas. Las cosas me iban saliendo muy bien al principio. Luego, sí es cierto que tuve una serie de problemas físicos en la rodilla. Además, me fui yo solo allí, y se me hizo un poco un mundo. Al final allí la verdad es que no lo pasé muy bien, porque tenía la familia aquí y estaba yo solo, así que se me hizo largo.

¿Tenía ofertas para haber seguido jugando?
Tenía cosas de Segunda B, pero después de los seis meses que pasé alejado de la familia, lo importante para mí era estar con ellos, no iba a aceptar cualquier cosa, marcharme solo... Hay que pensar las cosas, porque cambiar al niño de colegio también es complicado. Y realmente, las ofertas tampoco fueron tan ilusionantes como para seguir. Si a eso se suman los problemas que tenía en las rodillas, hizo que lo tuviera todo mucho más claro.

¿Qué habría tenido que suceder para que hubiera decidido continuar?
Algo ilusionante, que me pudiera encontrar a gusto, no sé, quizás algo por Barcelona... Pero quedó todo en el aire porque físicamente no me encontraba bien. Yo habría tenido que ir a un equipo a probar y, si luego veo que estoy bien, firmar. Pero sabía que las ofertas profesionales, con 35 años y tal y como había acabado la temporada, no iban a ser muy buenas. Habría necesitado probar, pero como las opciones que tenía tampoco me ilusionaban como para ello, decidí dejarlo.

¿Hubo un momento concreto en que le dice a su representante que no busque más, que ya es definitiva la retirada?
No, porque tampoco es que yo le dijera que me buscara algo. Yo estaba tranquilo en casa, no me dio por buscar nada, y muy poca gente me ha llamado. No tenía unas ganas terribles de continuar jugando. Yo quería estar tranquilo y si salía algo interesante, probar, pero según como me fue el último año, no tenía muchas ganas.

Aun así, ¿fue duro dejarlo?
No, la verdad es que no. El fútbol como competición no es que lo esté echando de menos. Lo que sí echo mucho de menos es levantarme por la mañana, ir al vestuario y compartir con los compañeros, entrenar... Pero estar los fines de semana en casa, con la familia, estoy muy a gusto. Se echa algo de menos el fútbol, pero lo sigo viendo, voy a partidos, sigo en contacto con la gente, y eso me llena de momento.
Ha estado muchos años viviendo una relación directísima con el fútbol.

¿Le ha dado tanto como esperaba cuando estaba empezando en él?
He estado toda la vida. De profesional, 16 años, y antes, desde los 10, ya estaba en el Barcelona, así que son 25 años de dedicación exclusiva. Me ha dado más de lo que esperaba. Al principio siempre tienes una ilusión de pasártelo bien y punto. Luego vas creciendo y ves que puedes hacer algo más. Después, con los años, he vivido momentos muy, muy buenos y momentos muy, muy malos. Lo peor de esto ha sido este último año. Me habría gustado otra despedida, como acabar la temporada en Soria, jugando. Pero a veces las cosas no son como uno quiero y yo pienso que hay que saber decir ‘hasta aquí’. Si he sido útil hasta una fase de la temporada o hasta un año, pues bien, pero a mí no me gusta estar en los sitios por estar, solo porque tenga un contrato. Me gusta estar si soy importante, y el hecho de marcharme era para probar eso, y a veces salen las cosas bien, y a veces no.

Dentro de esas cosas buenas y malas, ¿cuáles son las que no le van a abandonar nunca?
Los mejores años de mi vida los he pasado aquí, eso está clarísimo. Por los dos ascensos, por los dos años que hemos jugado en Primera, porque mi hijo se vino aquí con diez días y ha visto a su padre jugar contra el Barça... Me quedo con eso y con mi debut y mis primeros años en el Barça. Lo peor, la lesión de rodilla que tuve también en el Barcelona y este último año. Después de cómo había terminado la temporada anterior en Primera, no pensaba que en ese último año iba a pasar todo lo que pasó, con ese declive tan pronunciado a nivel deportivo y a nivel físico. Eso es lo que menos me ha gustado, pienso que igual mi carrera se merecía terminar de otra manera. Pero uno no decide las cosas, las cosas vienen y hay que aceptarlas y asimilarlas. Aun así, en general estoy muy contento.

¿Piensa seguir vinculado al mundo del fútbol de algún modo?
Sí, al mundo del fútbol estaré vinculado seguro porque pienso que es donde puedo ser más útil. Ya me he sacado los dos primeros títulos de entrenador y pienso seguir estudiando y formándome, sacándome todos los títulos que pueda. El fútbol es mi vida, y ahora mismo pienso que es lo único que puedo hacer más o menos bien. Por lo tanto, es en lo que voy a continuar.

¿Sigue haciendo deporte?
Sí, eso a diario, me he apuntado al gimnasio y voy por la mañana y por la tarde. Eso de momento es lo que me hace tener la mente limpia hasta que me ubique y sepa realmente por dónde quiero tirar.

¿Cuál es su plan de momento? ¿Continuar en Soria?
Sí, mi plan es estar aquí. Estuvimos valorando quedarnos en Barcelona, porque está la presión de la familia, que vive allí. Pero yo creo que aquí también tengo cosas muy importantes. Tengo una tranquilidad, tengo muchos amigos, me encuentro muy a gusto en la ciudad, mi hijo está en el colegio y está contento. Y a veces no merece la pena cambiar a peor y te dices ‘me quedo como estoy, que la verdad es que estoy muy bien’.

¿Y se ha planteado jugar a partir de ahora en algún equipo de fútbol, aunque sea de categorías inferiores?
No, no. Cuando dejé el fútbol, y aunque antes he dicho también la falta de ofertas interesantes, los problemas de las rodillas fueron otro factor muy importante. Cuando compito al fútbol al máximo nivel, necesito una recuperación terrible porque la rodilla se me inflama. Eso también te quita ilusión, porque yo entrenaba por la mañana y luego me metía en casa, me tenía que poner hielo y estar todo el día tumbado para el día siguiente volver a entrenar... Eso realmente te mata, y de hecho los seis meses que pasé en Cartagena fueron así. Cuando terminé allí, no quería saber nada del fútbol. Tenía claro lo de dejarlo, y solo estaba la posibilidad de ir a probar a un sitio que me motivara y, después de probar, si veía que estaba bien, firmar. Pero como no ha existido ni esa opción, más claro lo he tenido.

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